Los tres pasajeros de la nave de Virgin Galactic, Jon Goodwin, de 80 años, Keisha Schahaff, de 46, y su hija Anastatia Mayers, de 18, pasaron el jueves 10 de agosto unos minutos en el espacio desde donde pudieron admirar la curvatura de la Tierra y flotar brevemente en gravedad cero, según el video de la compañía.
Una primicia para Virgin Galactic, veinte años después de la promesa hecha por su fundador, el multimillonario Richard Branson.
«Fue sin duda el día más emocionante de mi vida», dijo el británico Jon Goodwin después del viaje.
«Fue mucho más impresionante de lo que imaginaba».
Este exparticipante de los Juegos Olímpicos de 1972, diagnosticado con la enfermedad de Parkinson en 2014, se convirtió en la segunda persona con esta enfermedad en viajar al espacio.
«Esperé 18 años», recordó Jon Goodwin, quien compró su boleto al espacio en 2005. Pero la experiencia «superó mis sueños más salvajes», dijo.
Los pasajeros iban acompañados en la nave por un empleado de Virgin Galactic, encargado de supervisarlos, y dos pilotos.
@latinus_us Virgin Galactic realizó con éxito su primer vuelo espacial con turistas a bordo. #Latinus #InformaciónParaTi
Esta misión, denominada Galactic 02, ha sido la tercera de la compañía en tres meses y el segundo vuelo comercial, tras el primero realizado a finales de junio.
Pero este había transportado a altos oficiales de la Fuerza Aérea Italiana que habían llevado a cabo varios experimentos a bordo, y no a civiles que hacían el viaje por puro placer.
Un enorme avión de transporte despegó por primera vez de una pista convencional en Nuevo México a las 8:30 a. m. hora local (2:30 p. m. GMT). Luego, después de un período de ascensión, dejó caer debajo de él la nave, VSS Unity, que parece un gran jet privado.
Encendió su motor y aceleró verticalmente hasta superar los 80 km de altitud, el límite que marca el comienzo del espacio según el ejército estadounidense. La nave alcanzó una altitud de 88 km en su punto máximo.
Luego comenzó rápidamente su descenso mientras planeaba, antes de aterrizar en la misma pista, solo una hora después del despegue.