En ella, se evidencia una pareja – con los respectivos nombres del hashtag -, que mientras paseaba a sus mascotas, recibe múltiples ataques (físicos y verbales) en una colonia de San Cristóbal, zona 8 de Mixco.
Esto no lo decimos nosotros ni las redes sociales; las cámaras de seguridad están acostumbradas a no mentir.
Primera escena: una persona a bordo de una camioneta blanca casi, casi atropella a Jorge.
Segunda escena: al regresar Jorge y Luis del centro hospitalario, son interceptados por otro vehículo. De él descienden dos sujetos que insultan y golpean a ambos, no sin antes chocar su carro contra el de ellos.
Tercera escena: la pareja se encuentra en otro punto y ahora tres personas los agreden y maltratan, tanto física como verbalmente.
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Esto, claro está, no pasaba antes. Cuando no existía tanta parafernalia digital. Y entonces ¿qué hacía la ciudadanía? El trámite correspondiente, con su interminable papeleo, su tosco sello y la fotocopia de ambos lados del DPI. Pero ahora…
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